Actualmente, las ciudades se enfrentan a espacios urbanos limitados, es por esto que, los espacios urbanos abandonados se están convirtiendo en lugares estratégicos clave para el desarrollo urbano sostenible, combinando un posible papel funcional, ecológico, cultural y estético en el paisaje urbano.
Los espacios y edificios patrimoniales vacantes se presentan como oportunidad para la regeneración urbana. Intensificar el uso de estos espacios y edificios infrautilizados es un desafío importante para lograr que las ciudades sean más compactas y sostenibles.